El rescate de autopistas es ya una realidad
Por desgracia el rescate de las autopistas de peaje en quiebra va a convertirse en una triste realidad. El Ministerio de Fomento ha decidido que a partir del presente mes de febrero se va a gastar de las arcas públicas alrededor de 1.000 millones para tal cometido.
En todo caso desde el Ministerio que dirige Iñigo de la Serna se dice que la cantidad todavía no está del todo determinada por la responsabilidad patrimonial de la Administración derivada de la inversión que las empresas realizaron para su construcción.
Recordar al lector que hemos seguido este tema desde que surgió la polémica pues es indudable la importancia que dicho desembolso va a suponer en la cuantificación del déficit público. En todo caso veremos si las cifras de recuperación del desembolso previstas por el Ministerio son reales y efectivas. Por fortuna, se descarta que tales cantidades a desembolsar afecten a los llamados planes de estabilidad o a los protocolos de déficit excesivo marcados por Bruselas pues estamos ante un tema de carácter puntual para atender una situación extraordinaria.
Precisamente en el último plan de estabilidad que fue remitido a las autoridades europeas se cifró por el Gobierno el coste del rescate en unos 2.000 millones de euros. En cambio, las empresas acreedoras de las autopistas -los fondos que adquirieron la deuda por unos 3.200 millones- ya han creído oportuno indicar que reclamaran al Estado unos 4.500 millones de euros por todos los conceptos indemnizatorios.
El Ministerio de Fomento dispone de un plazo de seis meses para evaluar la factura a abonar, contando a partir de la fecha de rescisión del contrato con la actual empresa concesionaria. Haciendo “el cuento de la lechera” quiere cerrar cuanto antes el concurso público para volver a ceder la gestión de las vías rescatadas a empresas privadas. Y para ello espera obtener una ganancia entre unos 700 y 1.000 millones de euros y con ello amortiguar el pago de la indemnización por responsabilidad patrimonial de la Administración.
Junto al importe de este concurso público habrá que añadir la suma de entre 250 y 300 millones de euros en ejecución de los avales que en su día las concesionarias tuvieron que depositar cuando obtuvieron el contrato de concesión de las autopistas y que ahora se procede a su ejecución como consecuencia de su liquidación.
Este mes de febrero se ha iniciado el proceso rescatando la primera vía, concretamente la radial R-4 Madrid-Ocaña. Es decir, seis años después de que, en el año 2012, las autopistas radiales comenzaran a ser declaradas en concurso y un mes posterior de los inicialmente previstos en el definitivo plan de rescate.
Durante el próximo mes de marzo, el Ministerio de Fomento por medio de su sociedad pública SEITTSA se quedará con el total de las vías radiales de Madrid, esto es la R-2, R-3 y R-5, la M-12 que une la capital de España con el aeropuerto de Barajas y también la AP-36 Ocaña-La Roda, la Cartagena-Vera y la Circunvalación de Alicante.
La citada empresa pública SEITTSA explotará las autopistas hasta el mes de diciembre, cuando espera adjudicarlas a través de un concurso público que se espera realizar durante el mes de junio. El Ministerio reconoce que las mismas empresas que gestionan ahora las vías podrán acudir a las licitaciones lo cual hace más lacerante todo el proceso pues primero se les limpia la deuda y después se les permite pujar de nuevo por la concesión.
Las nueve autopistas quebradas representan alrededor de una cuarta parte del total de las vías de pago de este país. Registran una intensidad media de tráfico diario de unos 4.220 vehículos al día y dan empleo a unos 700 trabajadores.
En definitiva, estos meses van a constituir el principio de un proceso malhadado de rescate que esperemos llegue a buen puerto y se cumplan las buenas perspectivas de recuperación de los gastos que han acarreado al erario público, es decir al conjunto de todos los españoles.
Desde INFOCONCURSO deseamos que todo el proceso llegue a buen puerto y que los daños a ser posible sean los menos.